Cuando empiezo un nuevo curso universitario, y tengo la confirmación que formo parte del cuadro docente del mismo, y cuando está operativo, suelo bajarme, imprimirme y repasarme la lista de clase oficial con los datos autorizados. Me miro con detalle los nombres, los créditos superados y cada imagen disponible para empezarme a familiarizar con el nuevo grupo.
Es el primer contacto visual con una nueva promoción, un nuevo reto de trasmitir e interactuar con el aprendizaje. Se produce una combinación de emoción y cierto «run-run» sobre lo desconocido, sobre lo que vendrá, sobre cómo evolucionará…. en la primera sesión repaso la lista y contrasto/visualizo la persona. Es la primera toma de contacto y primeras sensaciones subjetivas e intuitivas basadas en la experiencia.
En la Universidad donde suelo impartir docencia, la asistencia no es obligatoria. La primera clase suele ser la más concurrida en asistencia y como he dicho en otras ocasiones un día importante en el conjunto del curso para marcar la carretera que recorremos durante un tiempo junt@s. Es una especie de toma de medida entre profesor y alumn@s. Es conocer y marcar el terreno. Algun@s previamente se han informado sobre mí y mirado mi blog personal. En cualquier caso, la mayoría me observan y escuchan en directo por primera vez.
Siempre me pregunto que hace que un alumn@ no venga realmente a clase? cuál es el motivo principal? lo que popularmente se llama «hacer campana» cuando algunas veces se quejan del precio de las matrículas y no se aprovecha el servicio que se ofrece. Puede ser que haya alumn@s que solo les importa aprobar la asignatura y no aprender conocimiento. Dich@ alumn@ hace la carrera porque el quiere y se la paga el mismo o es obligado / financiado? Es obvio que están en una edad compleja donde pueden haber distintos motivos que produzcan la tentación o la acción directa de no asistir y luego justificarse o no.
Es obvio, que los profesores tenemos responsabilidades de realizar clases amenas y con contenido que motiven, ser dinamizadores y facilitadores y potenciar, si no existen motivos de fuerza mayor, que el alumn@ asista de forma pro-activa a clase.
Como parte intrinseca del marketing y su enfoque al cliente, los docentes deberian ofreceer clases atractivas, prácticas y motivadoras.
Sería diferente si las clases fuesen online, podemos recordar como fueron las clases virtuales en tiempos de pandemia.
Con la experiencia de años y la observación vengo detectado algunos comportamientos o afirmaciones repetitivas, como al que le preguntas si vendrá a clase y te afirma contundente que vendrá y luego no viene por distintas razones +/- semi-justificadas y creíbles, y hay días de la semana más susceptibles de tener menor asistencia, por ejemplo una clase de lunes a primera hora o de un viernes..después de la potencial salida noche universitaria del jueves noche,
Un tema aparte seria comentar l@s alumn@s del Erasmus que pueden tener varios objetivos paralelos: aprender, conocer, conectar, practicar, vivir nuevas experiencias..y le sumamos la variable dificultad en el idioma que se imparta la clase y las costumbres académicas que tengan en sus paises de origen.
Pienso que en general cualquier centro educativo a nivel universitario se preocupa por los niveles de asistencia del alumnoya mayor de edad que puede decidir por si mismo.
Forzar la asistencia en algunos casos podría ser equiparable a como obligar a los consumidores a que te compren.
Normalmente el plan docente de las asignaturas que imparto contemplan un porcentaje ponderado de participación y asistencia.
Cuando te envían email directamente o a través del Campus justificando sus ausencias es un síntoma de responsabilidad y de haber entendido que hay un % de nota ponderada que contiene la participación y la asistencia
Otro tema aparte es como el profesor debemos pasar lista, pienso que la tecnología y la biometría nos debería ayudar sin tener que dedicar de poner cruces, mi manera es hacer participar nominativamente a los alumnos, realizar pruebas o ejercicios sorpresa o hacer firmar lista en actos o actividades concretas.
Una de las cosas que valoro por parte del alumnado es su actitud honesta y que no me genere expectativas superiores a las que quiere realizar.
Aparte de la asistencia, como profesor de ADE que intenta simular la realidad empresarial, también es trasmitir que es necesario ser puntual y llegar a hora o un poco antes.
Para mi el tiempo y los relojes existen para algo, no acabo de entender las personas que por costumbre y con cierto falta de respecto para el que espera no son puntuales
Existen unos cuantos sinónimos +/- conocidos o acertados de «hacer campana»:
@ hacer novillos
@ hacer la vaca
@ irse de pinta
@ faltar a clase
@ etc,,, Si nos vamos a Latam podríamos seguramente añadir bastantes nuevas expresiones.
Veremos si en el próximo curso hacemos el pleno/record de asistencia, por voluntad y ganas que no quede 🙂